El Paracetamol es uno de los analgésicos y antipiréticos de venta libre más populares en el mundo. Aunque fue descubierto hace más de 100 años y usado ampliamente por más de 50 años su mecanismo de acción es aún motivo de debate.
En 1972, los farmacólogos ingleses Roderick J. Flowner y John R. Vane (Premio Nobel 1982), descubrieron que actúa centralmente como un inhibidor débil de la síntesis de prostaglandina por la COX-1 y COX-2. Estos hallazgos prevalecieron por más de 3 décadas.
Recientes hallazgos sugieren que el paracetamol tiene actividad periférica en la síntesis de prostaglandina. El 2007 y el 2008, dos estudios de investigación liderados por Lee y Hinz respectivamente, sugirieron que el paracetamol inhibe selectivamente la COX-2 a nivel periférico. Ahora sabemos que bloquea la síntesis de prostaglandina, a nivel central y periférico, mediante la inhibición tanto de la COX-1 como de la COX-2 debe considerarse la posibilidad de efectos cardiovasculares de los COX-2 en el uso prolongado de paracetamol.
Existen otros mecanismos posibles que están siendo investigados. Los efectos antinociceptivos del paracetamol han sido vinculados a los sistemas serotoninérgico, canabinoide, y opioide. Además se está postulando la inhibición de neurotransmisores a nivel del sistema nervioso central. Otra hipótesis sobre el efecto analgésico de paracetamol se centra en su metabolito activo AM404 que es un acido lipoamino especifico del cerebro que inhibe la producción de prostaglandinas en ratas. Estos hallazgos aun son controversiales porque no se solo se han realizado en modelos animales.